domingo, 20 de diciembre de 2009

EXISTENCIALISMO Ó ESTRUCTURALISMO

EXISTENCIALISMO Ó ESTRUCTURALISMO

Tendencias arquitectónicas del siglo XX, marcadas
por el existencialismo y el estructuralismo.

I

EXISTENCIALISMO

El concepto de existencialismo, se puede enmarcar en la definición de movimiento filosófico que se basa en la búsqueda del significado, la esencia de la vida del ser humano como entidad individual. Sus fundamentos son la libertad, la temporalidad y la existencia del ser en el mundo; la relación del “ser que existe”, consigo mismo, con su trascendencia, contradicciones y angustias; la condición humana por encima de su esencia.
Influye en el pensamiento existencialista la fenomenología de Husserl, materializándose al principio en la literatura donde se postularon argumentos filosóficos de Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Unamuno, entre otros y siendo sus pensadores más notorios Heidegger, Jaspers y Sartre
Esta relación “Fenomenología – Existencialismo” influye sobre la crítica arquitectónica de mitad del siglo XX, según Montaner (2007) de manera Iconográfica, histórica, revisionista y crítico-conceptual,
Desde una visón iconográfica, viendo la arquitectura como una obra de arte, dentro de un contexto cultural evidenciando una nueva conciencia fenomenológica contemporánea.
Desde la recuperación del sentido de la historia, siendo La arquitectura un fenómeno y una experiencia, que busca la recuperación del valor histórico y la tradición con una interpretación formalista, dentro de la capacidad creativa del artista y la relación del arte con la sociedad, así como, un espacio existencial, en donde el pasado de la arquitectura en el contexto de la revisión y la crisis, engloba la arquitectura moderna.
En un enfoque tradicional revisionista, se considera que el movimiento moderno trae consigo más las implicaciones destructivas que las constructivas y se condena la privatización de la ciudad.
En una visión crítica conceptual busca conciliar el idealismo de estilo forma y expresión con la conciencia del rol predominante de las estructuras sociales, ideológicas, culturales, artísticas y económicas.




II

ESTRUCTURALISMO

Su punto de partida se establece en la obra de Ferdinand de Saussure “Curso de lingüística general” (1916) y acogida por Levi-Strauss (1908-2009) fundamentado, en la etnología, y siendo seguido por Lacan con su psicoanálisis, Lois Althusser y Michel Foucault.
El pensamiento estructuralista pretende definir las relaciones, tales como prácticas, fenómenos, costumbres y actividades como sistemas de significación por las que se produce el significado dentro de una cultura. Este reconocimiento de la estructura pretende romper esta dependencia cultural.
Si analizamos el transcurrir histórico del estructuralismo desde mediados del siglo XX, encontramos una contraposición entre Robert Venturi, (1925) quien afirma que la esencia de la arquitectura radica en la percepción de las formas, y Aldo Rossi (1931-1997) quien insiste en el poder de la idea y el mecanismo del pensamiento analógico que posee la memoria, siendo la estructura espacial básica del edificio dentro del razado urbano el que define la tipología del objeto y no los elementos formales, funcionales o estructurales. Dentro de esta línea estructuralista se enmarcan Carlo Aymonimo, (1926), Giorgio Grassi, (1935), Rafael Moneo (1937). En los años 60´ el estructuralismo es reinterpretado por: Peter Collins (1920-1981) con su eclecticismo como condición del desarrollo de la arquitectura domestica; Joseph Rykwert, (1926) quien pretende recuperar los valores significativos de los objetos y los espacios; Gastón Bachelard (1884-1962), Umberto Eco (1932), Renato de Fusco (1929), Amos Rapoport , Helio Piñon y Josep Muntañola.
En los años 70, Christopher Alexander, (1936) establece que cada individuo sea el creador de su propio espacio; y Charles Jencks (1939) que interpreta la arquitectura desde los símbolos y los significados, diferenciando la arquitectura posmoderna y tardomoderna.
La influencia de Manfredo Tafuri (1935-1994) en los años 80 y su crítica ideológica, El formalismo analítico de Colin Rowe (1920-1999), Rowe, llega a la teorización basado en la dualidad de la transparencia literal y la fenomenología.
Son continuadores del pensamiento estructuralista y la metodología crítica, Alan Colquhoun (1921) quien basa su pensamiento estructuralista en el conocimiento de la historia de la cultura y de la arquitectura, Enrico Tedeschi (1910-1978), defensor de los conceptos básicos de la importancia de la historia contemporánea y el interés en presentar el espacio arquitectónico como la esencia de la arquitectura; y, Marina Waisman, (1920-1997) quien revisa las interpretaciones sociológicas y estructuralistas con una notoria sensibilidad artística.
Hasta aquí, hemos recorrido el camino del existencialismo, su giro hacia el estructuralismo y las distintas corrientes e interpretaciones que los diferentes actores del pensamiento arquitectónico moderno y contemporáneo han dado a esta tendencia, pero cada uno es una interpretación individual, conformándose una diversidad de formas de ver la arquitectura.



III

De los textos de Aldo Rossi la “Arquitectura de la ciudad” y de Reyner Banham “Megaestructuras” vemos como se pretende desde una óptica estructuralista definir un modelo teórico aplicable para la ciudad del modernismo, cada uno desde un polo opuesto, uno desde el culturalismo y el otro desde el progresismo, coincidiendo ambos en que la arquitectura de la ciudad es una realidad compleja individual e independiente organizada en el tiempo – espacio, que no puede ser abarcada de una óptica racional impuesta. Criterios vitrubianos de la forma, la función y la estructura como elementos contenedores de la ciudad, quedan desbordados por la multiplicidad de realidades que viven los entornos urbanos, hechos urbanos que no son estáticos en el tiempo, sino que generan movimientos y cambios significativos en el actividad de la ciudad, inclusive sin que cambie su entorno ni su contenido físico. El habitante de la ciudad o como lo llama Jeffrey Cook “vector supersocializado”, con sus interrelaciones y sus complejidades, es el generador, el hacedor de la ciudad, el fin último de esta, haciendo de la ciudad una superposición de ciudades que interactúan entre ellas.



BIBLIOGRAFIA

Garcia, C. (2004) Ciudad Hojaldre, Barcelona, Editorial G.Gili
Hereu, P. (1999) Textos de arquitectura de la modernidad, Madrid, Editorial Nerea
Montaner, J. (2007) arquitectura y crítica 2ª edición, Barcelona, Editorial G.G


Ensayo presentado en la cátedra de PENSAMIENTO URBANO ARQUITECTÓNICO CONTEMPORÁNEO II dentro de la Maestría ARQUITECTURA CUIDAD E IDENTIDAD de la UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL TÁCHIRA

1 comentario:

Anónimo dijo...

SON UNOS MUERTOS, MONTANER SOS MALISIMO, VOLVE MIES VAN DER ROHE.....